De dónde vienen las grandes historias

Érase una vez un planeta en el que habitaban dos pueblos completamente diferentes, cada uno a un lado del astro. Los primeros eran muy analíticos y curiosos, de ahí que la minería fuera su pasión. Pasaban las horas mirando hacia abajo, buscando piedras preciosas que catalogar. Los otros eran los soñadores, los que siempre miraban hacia el cielo buscando estrellas con las que contar historias, pero encontrarlas no era tarea fácil. Un buen día, ambos pueblos se encontraron y los exploradores comenzaron a ayudar a los soñadores creando artefactos a los que llamaron telescopios, descubriendo y catalogando cientos de nuevas estrellas.
Y así, la unión de ambos pueblos fue tan fructífera, que crearon una bandera con dos círculos: uno pequeño que simboliza la estrella que ilumina el camino y otro más grande para representar el planeta en el que vivían, para que hoy podamos seguir mirando al cielo y contar historias como ésta.
Y colorín colorado, este cuento no ha hecho más que empezar.